Noticias falsas sobre el coronavirus
La pandemia del COVID19 ha tenido muchos efectos colaterales en nuestra sociedad. Uno de los más destacados es la gran cantidad de información que ha estado circulando en los últimos meses sobre la epidemia. Entre esta sobreinformación se han propagado infinidad de noticias falsas. Fake news sobre el origen de la pandemia, alertas falsas, ineficaces métodos de prevención…
Las presuntas curas para el virus son un motivo recurrente de muchos de estos mensajes. Algunos de estos mensajes pueden ser muy dañinos al difundir terapias peligrosas como presunta cura del COVID19. Pero, si tuviéramos que elegir el bulo sobre curas del coronavirus más viral ¿cuál sería? Según el Instituto SaludsinBulos se trataría de…
El bulo de las inyecciones de desinfectante
Entre las muchas ocurrencias que Donald Trump ha ido dejando en sus comparecencias públicas durante la pandemia esta fue la más audaz y potencialmente peligrosa. El mandatario norteamericano propuso inyectar desinfectante en los pulmones para acabar con el virus. Diversos médicos reaccionaron a esta propuesta, tachándola en muchos casos de irresponsable e inadecuada. Desgraciadamente, los ciudadanos estadounidenses están viviendo una de las peores crisis de su existencia con la expansión del coronavirus y tiene mucho que ver contar con una Administración que difunde bulos y lleva una política de comunicación de acoso al contrario en lugar de tomar medidas eficaces para frenar la pandemia.
La importancia de divulgar en salud sobre COVID19
En el escenario imposible que se ha convertido en real y en el que llevamos viviendo meses es más importante que nunca contra con información fiable y veraz. El mundo del COVID19 ha demostrado ser un caldo de cultivo perfecto para infinidad de bulos. Noticias falsas relacionadas con la prevención y el tratamiento de la pandemia, su expansión y origen. Detrás de esta desinformación hay, en muchos casos, intereses comerciales o políticos.
Por ello, es clave informarse a través de medios de comunicación especializados y rigurosos que cuentan con la colaboración de expertos, así como recurrir en las redes sociales a profesionales de salud fiables.
Divulgadores sanitarios confiables
Twitter es, desde que empezó la pandemia, la principal red social de información sobre el coronavirus y también un importante canal de difusión de bulos. Conscientes de la relevancia de este canal, el instituto SaludsinBulos ha decidido recopilar un listado de los divulgadores sanitarios españoles que están informando de forma veraz sobre la pandemia.
Es un documento que puede ser de ayuda tanto para la población general como para profesionales sanitarios. En este listado aparecen inmunólogos, intensivistas, epidemiólogos, enfermeras, farmacéuticos, médicos de familia, pediatras, neumólogos y urgenciólogos, entre otros especialistas. Tienen en común estar contribuyendo desde Twitter a informar de forma rigurosa sobre el virus, resolviendo muchas dudas que se plantean día a día.
Compromiso ético
Todos estos profesionales respetan una serie de principios éticos para divulgar información sobre el COVID19. Entre estos principios está el contraste de sus informaciones a través de fuentes solventes, la contextualización de las noticias, la incorporación de contenido basándose en sus propias competencias profesionales, el respeto de la privacidad de los pacientes y la clara diferenciación entre opinión e información.
La lucha contra las fake news y la necesidad de información fiable son parte sustancial del esfuerzo plural para superar la pandemia. Todos tenemos que contribuir a frenar las noticias falsas que nos dividen y que siembran el pánico de forma infundada.
La importancia del uso responsable de las redes sociales
En ámbitos delicados como el de la salud, las redes sociales son con frecuencia motivo de gran polémica pues pueden ejercer como propagadoras de falsas alertas sanitarias. Todos conocemos casos de informaciones que incendian la red sobre posibles efectos secundarios muy peligrosos de medicinas o sobre la propagación de enfermedades infecciosas que resultan ser completamente falsas (tan de actualidad con el coronavirus) y que llegan a desatar auténtico pánico en determinados sectores de la población. Estas informaciones son aún más delicadas cuando implican a niños o medicamentos infantiles.
Ante las falsas alertas sanitarias y la difusión de bulos en redes sociales no basta con pedir responsabilidad a particulares. Con frecuencia, las personas individuales que dan pábulo a estos rumores y los transmiten no tienen ningún conocimiento médico o buscan una hueca notoriedad.
Hace falta que administraciones sanitarias, profesionales de la comunicación en salud e instituciones privadas proporcionen formación a la población general sobre el uso responsable de las redes sociales. Estos ciudadanos deben entender que, en una alerta sanitaria o de otro tipo deben buscar información en fuentes reconocidas y no en particulares sin ningún conocimiento. También es necesario que influencers del sector sanitario y las instituciones más relevantes en redes sociales adopten un papel más activo en la lucha contra esta clase de bulos e informaciones dañinas.
No criminalizar las redes
Las redes sociales tienen un gran potencial de comunicación y son herramientas que han transformado la comunicación en nuestra sociedad. Las redes no son malas ni buenas per se, todo depende del uso que hagamos de ellas.
La solución no ha de pasar por restringir el uso de los social media o castigar de forma más severa a los infractores sino por proporcionar a los ciudadanos los conocimientos y herramientas para reconocer fuentes de información fiables y saber realizar un uso responsable de las redes sociales.
El clickbaiting, ¿enemigo del rigor en información?
¿Os suena el término“clickbaiting”? Para los periodistas se ha convertido en los últimos tiempos en un concepto muy cercano y, en ocasiones, odiado. El “clickbaiting” es uno de los recursos más empleados en la actualidad para generar tráfico web online y convertir una noticia en viral, pero para muchos profesionales es también sinónimo de falta de rigor informativo, alarmismo y fuente de numerosas fake news.
Combatir el clickbaiting no es fácil pues se ha convertido para muchos medios de comunicación en una forma de atraer la atención sobre sus contenidos y atraer publicidad. Sin embargo, el clickbaiting no debe ser una excusa para publicar contenidos no contrastados, con titulares amarillistas y engañosos, que sirvan de anzuelo para captar la curiosidad y cuya finalidad primordial no sea informativa.
En las informaciones de salud, por ejemplo, estos contenidos, que pueden dar cabida a fake news, son especialmente preocupantes pues se están tratando temas muy delicados, asociados con frecuencia a enfermedades graves o alertas sanitarias y que pueden llegar a provocar el pánico entre la población.
Clickbaiting y periodismo
Para diversos expertos, la práctica del clickbaiting es completamente antagónica del periodismo e incluso vulnera el código deontológico de la profesión. En demasiadas ocasiones el clickbaiting no respeta los principios que han de regir la elaboración de una buena información. Nunca es justificable un titular que solo busca llamar la atención y que no tiene una relación directa con la noticia que se lee después. La información no debe estar supeditada a estrategias de marketing.
Los periodistas saben que tienen una importante responsabilidad hacia sus lectores y los medios de comunicación han de servir de contrapeso ante la facilidad que tienen los contenidos malos de hacerse virales.
Así, todos los que participamos en el proceso de generar información de salud tenemos que estar vigilantes ante las malas prácticas de clickbaiting, denunciando titulares que encierran bulos de salud o que no cumplen con el rigor informativo y la calidad mínima exigibles.
PREGUNTAS QUE DEBEMOS HACERNOS ANTE UNA CRISIS DE COMUNICACIÓN
ando el error fue suyo. Es una práctica común y errónea tratar de rectificar atacando.